sábado, 12 de abril de 2014

El hundimiento


Incluyo de seguido un párrafo de una crítica de Roger Ebert, que me ha ayudado a entender mejor El hundimiento y la propia figura de Hitler.


  
Admiración por él no siento.  Simpatía, sólo la que sentiría por un perro rabioso, al pensar que debe morir.  No siento que la película proporcione “una respuesta suficiente a lo que Hitler hizo”, porque siento que ninguna película puede, y que ninguna respuesta puede ser suficiente.  Todo lo que podemos aprender de una película como ésta es que millones de personas pueden ser dirigidas, y millones más muertas, por la locura que acompaña al racismo y los instintos bárbaros del tribalismo.

Lo que también sentí, sin embargo, fue la enfermedad nazi como algo real, no distanciada y débil como en tantas cintas con villanos nazis, que la han convertido más en un instrumento de narración que en una realidad.  Al observar a este Hitler estropeado y patético, tomamos conciencia de que él por sí mismo no creó el Tercer Reich, sino que fue el centro de un levantamiento espontáneo de una gran parte del pueblo alemán, que se alimentaba del racismo, la xenofobia, las ínfulas de grandeza y el miedo.  Hitler era hábil manipulando ese sentimiento, y supo rodearse de estrategas y propagandistas capaces, pero no era un gran hombre, sólo uno provisto por la suerte para desatar un mal inimaginable.  Conviene pensar que el racismo, la xenofobia, las ínfulas de grandeza y el miedo todavía siguen con nosotros, y que la derrota de una de sus manifestaciones no nos vacuna frente a otras.

 
La crítica completa en inglés, aquí:  http://www.rogerebert.com/reviews/downfall-2005


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