Sea como fuere, para mí lo más atractivo de Dandadan es su cabecera. Sí: por la forma en que combina música
e imagen, y porque la canción de la intro, “Otonoke”, incluye un curioso
sample de un tema de 1915, “I’ve Been Floating Down the Old Green River”. Cosa que, al cabo, me lleva a descubrir una versión Dixieland de esa vieja melodía, que suena así de bien:
Miniaturas
lunes, 30 de junio de 2025
Lost in the music
sábado, 28 de junio de 2025
Distracción
Buscando formas de decir nerd en español, me encuentro con esto en el Diccionario:
nerdo, da
Del ingl. nerd. m. y f. despect. Col., Cuba, Méx. y P. Rico. Persona estudiosa e inteligente que suele mostrar un carácter abstraído y poco sociable.
lunes, 23 de junio de 2025
En la sombra
Tratando de recordar un sueño, sin demasiada suerte, pienso en una secuencia de Amenaza en la sombra. En ella Donald Sutherland, como restaurador de arte, examina la reparación de un mosaico mural desde un andamio, antes de caer del mismo por accidente. Creo que, con los sueños, pasa a veces como con el mosaico: queda una imagen aproximada del dibujo, una impresión general de su composición y color; hay partes enteras y partes que faltan y son irrecuperables; y partes que necesitan de piezas nuevas y un trabajo preciso de interpretación. Al mismo tiempo, si el recuerdo del sueño no está lo suficientemente afianzado, se diría que uno, como le ocurre al propio Sutherland, se cae del andamio antes de poder estimar bien todo el asunto. Siempre habrá quien consiga recordar lo que sueña con facilidad, claro. Ana María Matute, me parece, tenía un sueño al que regresaba cada noche—a través de una escena particular, como si fuese la partida guardada de un videojuego—así que ése debía de ser su caso. No es el mío, hoy no, desde luego: como el restaurador de Sutherland, miro al trasluz una o dos piezas del mosaico, y es lo único que consigo situar en la figura antes de que la visión del conjunto, inoportunamente, desaparezca.
viernes, 16 de agosto de 2024
domingo, 11 de agosto de 2024
La voz de su perro
miércoles, 31 de julio de 2024
Cantar de Kenobi
El deseo de ganancia, indiscutible, no es el único en la formación del comportamiento caballeresco. En él se mezclan también consideraciones de orden moral, relacionadas en gran parte con la definición de una ética propia de la caballería. Ya hemos mencionado la negativa a usar, entre caballeros, armas de tiro, arcos y ballestas. La condena lanzada contra el uso de estas armas entre cristianos, afirmada en el Concilio de Letrán en 1123 4, no las hizo desaparecer de ninguna manera por razones evidentes de eficacia militar. Puede creerse que son precisamente estas características de eficacia las que llevaron a los caballeros a descartarlas de su panoplia, lo mismo que su reputación de arma «innoble» porque se lanza desde lejos sin un choque directo. Sin embargo, no se puede decir que los caballeros buscasen ante todo «ganar» sin riesgos. Pero su ética, basada en la fama, en el deseo de gloria adquirida a botes de lanza o de espada y en el alarde de su valor guerrero, se acomodaba mal con el anonimato del tiro lanzado a distancia. Su sentido del honor, nacido de la noción de reputación extendida al conjunto de la familia y del linaje, exige la publicación de las proezas guerreras individuales. Exalta las virtudes del valor, de la audacia y hasta de la temeridad, como bien lo demuestra el comportamiento exagerado de Roland, del que se puede decir que actuó con desmesura. Rechaza con horror todo lo que pueda ser asimilado a la cobardía, tara imperdonable entre los caballeros dispuestos a cualquier cosa para que los juglares y los heraldos de armas no puedan «cantar mala canción» acerca de ellos o su linaje. Este mismo deseo conduce, a lo largo del siglo XII, a juzgar indigno de un caballero el atacar a un enemigo muy gravemente herido o desarmado. Una vez más, en este caso el progreso es lento y presenta numerosas excepciones. 5
Aparte de la semejanza ya indicada, ¿es posible reconocer aquí a Kenobi? Uno se ve en la necesidad, más bien, de buscar similitudes con soldados de cuento, idealizados, si lo que aprecia en aquel son sólo rasgos nobles. Y, sin embargo, quizás el jedi esté más cerca de lo que parece del caballero medieval; porque, cuando repudia el arma que le ha salvado la vida, ¿no delata acaso inmodestia, o vanidad? 6 De todos modos, las palabras de Jean Flori ofrecen contexto para explicar una reacción que hoy circula por Internet dando fama al caballero Kenobi, casi como los cantares de antaño, y —se diría— sin que nadie la tenga por mala canción 7.
3 Y su nombre, al menos en su juventud. Kenobi tuvo el rango de caballero antes de ser maestro de la Orden Jedi, su título durante La venganza de los Sith. Por otra parte, en el primer borrador de la saga, George Lucas designó a la Orden Jedi como jedi-templer, referencia indisimulada a la Orden del Temple: https://lostmediawiki.com/Journal_of_the_Whills_(partially_lost_original_outline_for_Star_Wars;_1973). Esta institución monástica militar pudo servirle de referencia para su Orden Jedi, en aspectos como la sobriedad en el vestir o el control de las pasiones.↩
4 Advertir que el texto equivoca la fecha y el Concilio que condenó el uso de las armas señaladas. El Canon 29, que fija la censura ("Prohibimos bajo anatema que el arte asesino de ballesteros y arqueros, que es odioso a Dios, se emplee en adelante contra cristianos y católicos"), corresponde al II Concilio de Letrán, de 1139. Véase, junto con otros apuntes históricos sobre la ballesta, en: https://medievalistas.es/wp-content/uploads/attachments/00066.pdf↩
5 Flori, Jean. La caballería. Sánchez-Gijón, Ángel (trad.). Madrid: Alianza, 2001. pp.86-87.↩
6 O elitismo. Téngase en cuenta que “Qué incivilizado” es una referencia a una frase de sentido semejante de La guerra de las galaxias (1977), con la que Obi-Wan describía las virtudes de la espada láser a su discípulo Luke Skywalker: Not as clumsy or random as a blaster. An elegant weapon for a more civilized age. Según el doblaje, “No es tan abyecta como las armas de fuego. Un arma noble para tiempos más civilizados”. La traducción española se desentiende del aspecto estético del arma, vertiendo elegant como “noble” y no como “elegante”, disimulando así un posible atisbo elitista en el personaje de Obi-Wan.↩
7 Como curiosidad, aquí está la escena en distintos idiomas: https://www.youtube.com/watch?v=_hUoPk4iWeU. Si se atiende a los comentarios al vídeo, el sentido original de la frase, que da motivo a esta entrada, se pierde en algunas lenguas.↩