Escribo a continuación un texto traducido de la página del bloguero Andrew Rilstone, titulado De la moralidad de Hollywood.
Las películas de Hollywood usan a
veces armazones morales aparentes: los personajes expresan
sentimientos que deben resultar edificantes, o espirituales o
inspiradores. Valores morales populares como “sigue a tu corazón”; “sé fiel a ti mismo”; “puedes hacer cualquier cosa si te lo
propones”, o “incluso una persona pequeña puede cambiar el
futuro”. Esto dificulta a las películas el tratar con libros
arraigados en filosofías específicas, concretas. Los buenos libros
en su mayoría dicen algo; las películas, casi por definición, no
pueden.
Decir que esas “moralejas” no
significan nada es tentador. Desde luego es complicado ver qué
podrías hacer con ellas, caso de querer usarlas. (“Sigue a tu
corazón” – ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Adónde? ¿Qué quieres decir
con mi corazón exactamente?). Parecen expresar puntos de vista,
pero no son más que ruido ininteligible. Parece que digan algo
pero en realidad son parte de una ilusión dramática que la película
está creando. Un personaje tiene que parecer motivado; pero si su
motivación proviene de una creencia en una religión determinada,
ideología o ideal, se enajenará sin duda a aquella parte de su
audiencia que no esté de acuerdo con él. Es mucho más fácil por
tanto que su motivación sea más amplia, hasta el punto de que
no signifique nada – tener un héroe que, con toda fuerza y
vehemencia, crea en algo mal definido. Este acercamiento se consumó
en la trilogía original de La guerra de las galaxias,
en la cual el principal factor motivante era la Fuerza, que
representaba... eh... lo que sea que tú quieras.
Una de
las características que redimen grandemente a los libros de Harry
Potter es que Rowling evita los
temas morales grandes y sin sentido, y en su lugar dibuja lo que
podrían llamarse “micro valores morales” cuando surgen
naturalmente de la historia. Cuando Harry intenta solucionar un
problema en el torneo de los Tres Magos, Moody le recomienda que se
pregunte a sí mismo en qué es realmente bueno, para luego aplicarlo
al reto en cuestión. Así, mientras los otros contendientes emplean
hechizos difíciles, Harry emplea sin más su habilidad para jugar al
Quidditch. Esta es una moraleja cien veces más valiosa que
cualquier “puedes hacer cualquier cosa si lo intentas” de doble
lenguaje que se haya publicado.
En
realidad la no-ética de Hollywood es alta y ofensivamente política.
El mensaje básico es de autoconfianza: “Si crees en ti mismo
puedes conseguir lo que quieras – felicidad, amor, riqueza, la caída
del Imperio Británico en la India. Puedes creerte un cobarde, un
desalmado, un tonto, un personaje secundario en un culebrón; puedes
tener cualquier desventaja en la vida – puedes tener los pies
peludos o ser interpretado por Tom Hanks o ser muy estúpido o tener
cáncer de pulmón, pero tú ya tienes dentro de ti todo lo que te
hace falta para superar tus limitaciones – que en cualquier caso
son autoinfligidas. Puedes hacer lo que tú quieras si lo intentas”.
Este es un mensajes profundamente tranquilizador para los
triunfadores que hacen películas. Lo que dice en realidad es “Somos
ricos y famosos porque nos lo merecemos”. Es un mensaje muy
deprimente para la gente que les hace el café. “El hecho de que
yo esté atascado en un trabajo sin salidas no puede de ninguna
manera achacarse al capitalismo global o al sistema económico;
estoy atascado en un trabajo sin salidas porque no creo lo bastante
en mí mismo para salir de él”. Es algo que se puede comparar con
aquellas novelas infantiles del siglo diecinueve, en las que la
pequeña niña discapacitada de pronto encontraba un jardín secreto
y podía liberarse de sus muletas, dando a los niños en silla de
ruedas el mensaje inconfundible de “Si estás confinado a una silla
de ruedas es por tu maldita culpa”.
Resulta
muy triste ver a Jackson meter a Tolkien con calzador en esta
amoralidad. Espero la amenazada Narnia
con trepidación considerable.
El
texto original puede leerse aquí, como parte de uno más
extenso que comenta El Señor de los Anillos: Las dos torres:
http://www.rilstone.talktalk.net/ttt-appendix.htm#appendix_c
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