lunes, 30 de junio de 2025

Lost in the music

Sea como fuere, para mí lo más atractivo de Dandadan es su cabecera. Sí: por la forma en que combina música e imagen, y porque la canción de la intro, “Otonoke”, incluye un curioso sample de un tema de 1915, “I’ve Been Floating Down the Old Green River”. Cosa que, al cabo, me lleva a descubrir una versión Dixieland de esa vieja melodía, que suena así de bien:

sábado, 28 de junio de 2025

Distracción

    
Dandadan. Anime colorista, bullicioso y frívolo. Fantasía adolescente, en la que un chico con pinta de nerd...

Buscando formas de decir nerd en español, me encuentro con esto en el Diccionario:
nerdo, da

Del ingl. nerd. m. y f. despect. Col., Cuba, Méx. y P. Rico. Persona estudiosa e inteligente que suele mostrar un carácter abstraído y poco sociable. 
Y me pregunto si acabaremos aceptando este préstamo lingüístico en España. A mí, por de pronto, me suena a mock Spanish o pseudoespañol, como aquel Mucho macho de South Park, o el No problemo de Terminator 2—quizás porque a nerd se le añade el sufijo flexivo de género sin más. El que dispongamos de palabras como “empollón” o “friqui”, que permiten una adaptación matizada de nerd, también me hace dudar de la necesidad de “nerdo”. En este punto, pienso en based, otra palabra coloquial de la anglosfera, que circula por el Internet hispano como “basado”, y sirve para mostrar aprobación. Este caso se diferencia del anterior, no obstante, en que muestra un tipo de ajuste más sistemático y frecuente entre los idiomas, con la traducción del participio pasado, y en que ambas lenguas comparten la palabra de origen, “base”, del latín basis, en su sentido de “fundamento”. Al mismo tiempo, based, como argot, tiene una carga semántica y un recorrido propios: procede inicialmente del submundo de las drogas en los Estados Unidos, donde freebase es la pasta base de la cocaína, que se prepara para ser fumada; el adicto a esta sustancia es el basehead, o based para abreviar; esta palabra la actualiza con el tiempo un rapero (Lil B), al usarla como signo personal de su carácter contestatario; sus seguidores celebran el hallazgo en Internet sirviéndose de based para afirmar lo que dice Lil B; finalmente el término se difunde por la Red, como un modo de elogiar, o de reconocer gestos disidentes, ya con sinceridad, ya con ánimo de broma. Por ello, frente a sus alternativas coloquiales en español, “basado” tiene la ventaja de sugerir una historia de intriga, y así no me cuesta aceptar que haya quien prefiera esa palabra a otras como “flama”, “cremita”, o el clásico “mola”. Dicho lo cual…
 
Iba a apuntar algo más sobre Dandadan, esa serie de dibujos japonesa donde sale un chico con pinta de nerdo, pero no consigo recordar qué.
 

lunes, 23 de junio de 2025

En la sombra

       Tratando de recordar un sueño, sin demasiada suerte, pienso en una secuencia de Amenaza en la sombra. En ella Donald Sutherland, como restaurador de arte, examina la reparación de un mosaico mural desde un andamio, antes de caer del mismo por accidente. Creo que, con los sueños, pasa a veces como con el mosaico: queda una imagen aproximada del dibujo, una impresión general de su composición y color; hay partes enteras y partes que faltan y son irrecuperables; y partes que necesitan de piezas nuevas y un trabajo preciso de interpretación. Al mismo tiempo, si el recuerdo del sueño no está lo suficientemente afianzado, se diría que uno, como le ocurre al propio Sutherland, se cae del andamio antes de poder estimar bien todo el asunto. Siempre habrá quien consiga recordar lo que sueña con facilidad, claro. Ana María Matute, me parece, tenía un sueño al que regresaba cada noche—a través de una escena particular, como si fuese la partida guardada de un videojuego—así que ése debía de ser su caso. No es el mío, hoy no, desde luego: como el restaurador de Sutherland, miro al trasluz una o dos piezas del mosaico, y es lo único que consigo situar en la figura antes de que la visión del conjunto, inoportunamente, desaparezca.