El otro sábado estuve en una charla de Stephen Frears, en Segovia. El sistema de sonido no era el mejor, pero sí que me llegó lo siguiente: que el director inglés no imagina sus películas, cuando las prepara. ¿No es extraño? ¿Que sólo le importe el guión, que esté bien escrito? El director de fotografía y el escenógrafo son los que lo llevan a imágenes. Así en Las amistades peligrosas, que usó de ejemplo. Aquel escenario no le decía nada, hasta que le indicaron cómo situar la acción: entonces sí. No todos los directores son Hitchcock, visualizando las películas al completo antes de rodarlas, y no hay por qué esperarlo. Y, sin embargo… Por lo demás, Frears estuvo cordial con su partenaire y con el público, pero mostró poco afán de extenderse en las respuestas.
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